Tegucigalpa, Honduras (El Heraldo).- La camaronicultura hondureña está bajo alerta. Los acuicultores mexicanos pedirán a su gobierno cerrar las fronteras a las importaciones de camarón de Centroamérica e India ante el riesgo de enfermedades, a pesar de no existir prohibiciones en los tratados internacionales.
La información es del conocimiento de la Asociación de Acuicultores de Honduras (Andah), que ha comenzado a definir sus acciones por la importancia que representa ese país de Norteamérica al importar 15 millones de libras de camarón congelados.
Víctor Wilson, presidente de la Andah, dijo ayer a EL HERALDO que hasta el momento la producción de camarón en las fincas de Honduras no ha sido afectada por el Síndrome de Mortalidad Temprana (EMS, por sus siglas en inglés), la cual ha provocado fuertes pérdidas en México.
Agregó que si esta enfermedad hubiese llegado al país, lo más probable es que ingresara de México, la que en los últimos años ha provocado fuertes pérdidas en los estados de Sinaloa, Sonora y Nayarit, sin que las autoridades competentes hayan confirmado la presencia del EMS.
En 2014, el gobierno y los empresarios nacionales adoptaron medidas para evitar el ingreso del EMS de México, siendo la más importante la prohibición de exportar producto fresco hacia aquel país de Norteamérica, lo que generó una polémica y la imposición de un arancel del 30% a las importaciones de camarón congelado, el que al final se suspendió cumpliendo lo establecido en el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y México.
Agregó que los niveles de mortalidad registrados en la camaricultura hondureña en el primer ciclo de la cosecha 2015 se explican por la falta de lluvias y por los elevados niveles de salinidad en el Golfo de Fonseca.
“Cuando prevalecen estas condiciones, estas consecuencias son normales en la industria acuícola”, subrayó.
Explicó que en las muestras de agua se detectaron niveles de salinidad de 62 partículas por 1,000, cuando lo normal son 30. Wilson dijo que la industria nacional enfrenta problemas de vibriosis producto de las condiciones climatológicas que han prevalecido en la zona sur del país, no obstante, considera que esta es una de las enfermedades más comunes en la camaronicultura.
Señaló que esperan una reducción entre 5% y 10% sobre las metas, citando como ejemplo los indicadores de Grupo Granjas Marina (GGM), el productor más grande de camarón de Honduras. Los pronósticos de cosecha oscilan entre 1,500 y 1,900 libras por hectárea durante el primer ciclo.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Acuicultores de Honduras, la industria ha tomado todas las medidas pertinentes para evitar la presencia del Síndrome de Mortalidad Temprana en las fincas y una de las acciones constantes son las pruebas de laboratorio, sin que hasta el momento haya salido positiva una muestra.
Agregó que la pretensión de los camaroneros mexicanos de cerrar las fronteras al producto hondureño tendría un impacto negativo en los pequeños productores.
Este medio de comunicación intentó conseguir la opinión del titular de la SAG, Jacobo Paz, quien se encuentra en Roma, Italia en reuniones de la Organización de las Naciones Unidades para la Agricultura y Alimentación (FAO).