Impacto Ambiental

¿Algas marinas como una solución rápida para el clima?

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By Milthon Lujan

Suecia – Aún cuando las algas marinas pueden desempeñar un papel en la reducción de carbono liberado por los sistemas alimentarios, no proporcionarán una solución rápida al cambio climático.

El cultivo de algas marinas requiere energía y materiales
El cultivo de algas marinas requiere energía y materiales. La biomasa resultante puede ser usada para producir bienes. Fuente: Troell et al (2022).

En los últimos años se viene promoviendo el cultivo a gran escala de las algas marinas para absorber carbono, como una “solución” climática.

Investigadores de Royal Swedish Academy of Sciences, Stockholm Resilience Centre de la Stockholm University, Centro i-mar & CeBiB de la Universidad de Los Lagos (Chile), y de Seaweed and Integrated Multi-Trophic Aquaculture Research Laboratory de la University of New Brunswick (Canadá), publicaron un estudio en donde presentan una descripción general de las diferentes vías de cómo las algas marinas pueden contribuir a los esfuerzos globales de descarbonización.

El estudio también incluye el papel potencial de las algas marinas dentro de los sistemas alimentarios y también los impactos asociados a los cultivos a gran escala.

Importancia de las algas marinas

Las algas marinas, o macroalgas, proveen biomasa que es empleada como alimento para los humanos, como insumos para la industria farmacéutica, agrícola, entre otros.

El mayor volumen de macroalgas destinado a los humanos (97,1%) proviene del cultivo en aguas costeras.

El cultivo de algas marinas se ha expandido rápidamente durante la última década y actualmente representa el 51,3% (34,7 millones de toneladas métricas en peso húmedo) de la producción mundial de la acuicultura marina, donde China y otros ocho países asiáticos dominan la producción.

El mercado de las macroalgas para su uso en agroquímicos, ingredientes para piensos, productos para la salud y aplicaciones emergente (por ejemplo, bioplásticos) están aumentando; no obstante, un sector clave sigue siendo la industria de ficocoloides con el procesamiento de carragenanos, agares y alginatos.

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Extensas áreas de algas silvestres y cultivadas brindan importantes servicios ecosistémicos como:

  • Asimilación de nutrientes para mitigar la eutrofización cuando se cosechan,
  • Provisión de hábitat y complejidad de la red alimentaria, y
  • Mitigación de la energía de las olas para proteger contra la erosión costera.

Roles de las macroalgas en la descarbonización de los sistemas alimentarios

Diversos estudios han destacado el papel potencial de los “alimentos azules” (animales y plantas acuáticas) de bajo nivel trófico para la mitigación y la adaptación al cambio climático y, en particular, a las algas marinas.

La forma en que se ha comunicado este papel en la literatura científica varía; sin embargo, algunos argumentan fuertemente a favor de su gran potencial como solución climática.

Los investigadores realizaron una revisión científica detallada obteniendo los siguientes mensajes clave:

a) La mayoría de los artículos científicos no definen las algas marinas como un sumidero de carbono (pero algunos sí lo hacen); sin embargo, varios artículos consideran que las algas marinas tienen un papel potencial en el secuestro de carbono.

b) Los documentos de políticas eran más propensos a abogar por el secuestro de carbono y/o el papel de sumidero de carbono de las macroalgas.

c) Algunos documentos sólo discuten el secuestro de carbono; algunos mencionan tanto el secuestro como otras aplicaciones.

“Las principales deficiencias de este argumento se relacionan con la idea de que debería existir una función de sumidero de carbono a través de la acumulación de carbono en la biomasa de las macroalgas, debido a que las algas marinas son consumidas como alimento por los humanos, piensos para animales, o usados en muchas aplicaciones alternativas”, reportan los investigadores.

Ellos destacan que el desarrollo de “bosques oceánicos” para la captura de carbono a través del cultivo no debe compararse con los bosques terrestres, debido a que estos proporcionan la eliminación de carbono de la atmósfera en escalas de tiempo lo suficientemente largas como para ser calificados como secuestro de carbono.

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Sin embargo, las algas marinas pueden desempeñar un papel en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema alimentario en general a través de la compensación de carbono, es decir, si reemplazan alimentos, piensos y/o materiales que tienen una mayor huella de carbono.

Sustitución de productos con macroalgas

Las algas marinas se pueden producir con una huella de carbono baja en comparación con muchas fuentes terrestres de biomasa y alimentos.

De acuerdo con los investigadores las macroalgas podrían aumentar nuestra producción total de biomasa y reemplazar muchas materias primas terrestres con menos impactos ambientales, debido a que la demanda de alimentos y piensos seguirá aumentando.

“Todavía no está claro en qué medida las algas marinas pueden formar una parte más importante de nuestra dieta, además de proporcionar micronutrientes” indican.

También reportan que la eficiencia del uso de las macroalgas como biomasa para biocombustibles es más difícil de comparar, debido a que se necesitan muchos pasos de conversión e insumo adicionales, y la eficiencia de estos pasos de conversión está evolucionando rápidamente.

“La falta de producción a escala comercial dificulta evaluaciones confiables y representativas. No obstante, lo más probable es que las verdaderas ganancias ambientales de las algas marinas se logren usándola para reemplazar y/o complementar las fuentes terrestres de biomasa”, citan los investigadores.

Conclusiones

Los autores del estudio concluyen que las algas marinas son una fuente atractiva de biomasa nutritiva que se puede cultivar sin agua dulce, tierra ni fertilizantes adicionales.

“El aumento de la producción de macroalgas a través del cultivo tiene el potencial de contribuir a la alimentación, los piensos y otros usos humanos importantes, y también generar simultáneamente una diversidad de servicios ecosistémicos”, concluyen.

De acuerdo con los investigadores, las algas marinas pueden desempeñar un papel en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema alimentario general si reemplaza alimentos, piensos o materiales que generan mayores emisiones de gases de efecto invernadero.

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“La tasa de renovación más rápida de la biomasa de algas marinas, en comparación con la biomasa leñosa en tierra, limita su potencial para retener carbono a largo plazo”, concluyen.

Un enfoque más realista es utilizar macroalgas como sustitutos en la producción convencional de alimentos, piensos, combustibles, fertilizantes y en muchas otras aplicaciones.

Los investigadores reportan que todavía existe la necesidad de establecer cómo los diversos sistemas de cultivo de algas marinas capturan carbono, pueden secuestrar transitoriamente y si podrían potencialmente secuestrar permanentemente en un escala de tiempo geológico significativa.

“En conclusión, incluso si las macroalgas pueden desempeñar un papel en la reducción de carbono liberado por los sistemas alimentarios y otras actividades, no proporcionarán una solución rápida al cambio climático”, finalizan los investigadores.

Referencia (acceso libre)
M. Troell, P. J. G. Henriksson, A. H. Buschmann, T. Chopin & S. Quahe (2022) Farming the Ocean – Seaweeds as a Quick Fix for the Climate?, Reviews in Fisheries Science & Aquaculture, DOI: 10.1080/23308249.2022.2048792

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